viernes, 4 de noviembre de 2011

Prensa, islam y otros puntos de vista



Eso de que todo depende de según como se mire ya nos lo imaginábamos algunos, mucho antes de que los plastas de Jarabe de Palo se dedicaran a canturrearlo con la repetitiva y enervante falta de originalidad que les caracteriza. Aún así todavía hay quien se queda perplejo ante la sola idea de que una misma realidad pueda interpretarse de modos diferentes en función de en qué contexto se observe, siendo este defecto uno de los más perniciosos males de nuestro tiempo.

Tomemos como ejemplo a Irán. El mundo entero se indigna (y mofa) ante lo ocurrido a dos jugadores del Persépolis, que han sido duramente castigados por la Federación de Futbol del país tras introducir uno de ellos la mano entre las nalgas del otro durante la celebración de un gol.




Poco ha importado que el infractor (un tal Nosrati) declarara que aquel tocamiento no había sido más que una inocente gracieta: Su actuación ha sido objeto de contundentes críticas por parte de las autoridades, que no han dudado en suspenderle indefinidamente junto a su “victima”, de nombre Sheis Rezaei, que aún puede decir que ha tenido suerte al haber sido sancionado “solo” de cara a los próximos dos partidos.

Por si fuera poco, el entrenador del club (toda una celebridad nacional, al parecer) ha salido también trasquilado, expulsado como consecuencia de este ridículo episodio que, a ojos de cualquier occidental, carecería de la más mínima importancia. Ante lo que a todas luces no es más que un risible e inexplicable exceso de puritanismo ¿qué tal si probamos con un punto de vista alternativo?

¿Verdad que este mismo suceso, de haber tenido lugar entre un hombre y una mujer, hubiera sido calificado en nuestro país de “agresión sexual” automática e indiscutiblemente?

¿No es cierto que, en esas circunstancias, decenas de asociaciones feministas se hubieran lanzado al cuello de todo aquel que pudiera haber sido considerado como mínimamente responsable? ¿Y no creen que, del mismo modo que ha sucedido en Irán, habrían acabado rodando las cabezas de todos ellos?

Pues desde el punto de vista de la sociedad iraní, la emisión en directo de un toqueteo íntimo (y no consentido, recuerdo) entre hombres supone una indecencia sencillamente intolerable y digna de toda censura. ¿Quiénes somos, desde aquí, para opinar a este respecto? ¡Pues nadie! De igual forma que ningún extranjero tendría derecho a reprocharnos que en España esté perseguida la difusión de imágenes en las que una mujer esté siendo maltratada o agredida.



Y es que sólo la incapacidad de muchos europeos para ponerse en los zapatos de aquellos que practican el Islam es responsable de que, una y otra vez, nos formemos ideas peligrosamente equivocadas desde este lado del mundo sobre los que habitan aquel otro. Pondré un ejemplo más:

Resulta que esta semana (la madrugada de ayer Jueves concretamente) la redacción de un periódico francés titulado Charlie Hebdo ha sido atacada e incendiada con cocteles molotov como respuesta a unas caricaturas satíricas publicadas con motivo de la reciente victoria de los islamistas en las pasadas elecciones tunecinas.

¡Que barbaridad! ¿Dónde vamos a parar? Anda que no están locos los moros estos ¿no? Porque todos sabemos que la libertad de expresión es básica para el correcto funcionamiento del estado de derecho, y un inofensivo garabato ridiculizando la figura del Profeta no es razón suficiente para prenderle fuego a nada ¿verdad?



Verdad, pero depende. Porque luego tiras de hemeroteca y descubres fotografías como esta, cortesía de los Indignados italianos que el pasado 15 de octubre decidieron tomar al asalto una parroquia para destrozar una imagen de la Virgen María y piensas… coño, a ver si esta gente lo único que pretende es defender su credo frente a ataques gratuitos, oportunistas, crueles e injustificados…

Igual si al primer modernete que tuvo la ocurrencia de cachondearse de la Fé de los cristianos le hubieran calentado los morros al estilo moruno, ahora esa Virgen seguiría en su sitio, intacta tal y como se mantienen los lugares de culto del Islam en todas partes del mundo. ¿O es que, si un iluminado distribuyera internacionalmente un periódico en el que se afrentase gravemente a tu pareja, preferirías quedarte de brazos cruzados en nombre de la libertad de prensa? ¿Depende? ¡Venga ya!

Ojito, que no digo que me parezca aceptable el uso de la violencia bajo ninguna circunstancia. Me limito a afirmar que quienes veneran a Mahoma ya han comprobado como no pocas religiones que se quedaron paradas ante las primeras faltas de respeto han acabado usadas como recurrente punching-ball (los católicos los primeros), y no están dispuestos a que con la suya suceda lo mismo. Ese es su punto de vista, y también el de cualquiera que sustituya la palabra “religión” por “madre”, “padre”, “hijo” o “hija”. Y contrapuesto al nuestro posiblemente tenga todas las de ganar.

Así que, una vez de acuerdo en que por un lado están las cosas tal y como las vemos desde aquí, y por otro lado están las cosas tal y como las ven desde allá… ¿deberíamos atrevernos con una tercera óptica? ¿Y si el hecho de que, justo hora, se distribuyan noticias tan difíciles de asumir fuera de contexto en una sociedad como la nuestra, que tan poco comparte con el mundo árabe, tuviera una motivación oculta?



No es ninguna novedad que el Islam viene perfilándose, de una década a esta parte y gracias a constantes e implacables maniobras de propaganda política, como el principal enemigo de la sociedad occidental y de los valores de libertad e igualdad que en teoría ésta representa. Tampoco sorprenderá a nadie advertir que las revueltas últimamente acaecidas en diversos países del norte de África (si, Túnez entre otros) guardan estrecha relación con el conveniente uso que los dirigentes le han dado a una amenaza que (nos cuentan) se cierne inmisericorde sobre nuestras cabezas,  de igual forma que ésta está directamente vinculada con los futuros conflictos que han de tener lugar, sin ningún género de dudas, a lo largo de las próximas semanas en países como Siria y (¡Oh, cielos!) Irán.

Habrá quien tache mis conjeturas de estrambóticas, pero cuando los medios de comunicación de masas nos sirven en bandeja historias tan jugosas y polémicas como éstas justo en momentos tan delicados como los que estamos atravesando, no puedo evitar sospechar de la existencia de un tercer punto de vista expresamente diseñado para la ocasión:

Se nos prepara para aceptar como algo lógico, inevitable y hasta cierto punto deseable la invasión por parte de fuerzas de la OTAN de naciones islámicas soberanas mediante una hábil y retorcida maniobra de manipulación de nuestras conciencias.



¿Acaso el día que nuestros dirigentes nos aseguren que “es necesario bombardear Irán para evitar que extienda su maldad al mundo libre” muchos no relacionarán ese nombre precisamente con el país que castigó injustamente a dos futbolistas y un entrenador por una pacífica tocada de culo?

¿Quién saca mayor beneficio del atentado contra la redacción de Charlie Hebdo? ¿Los fieles mahometanos que así vengan el agravio, o las potencias occidentales que, con la excusa de que los países árabes se han convertido en un hervidero integrista, van a estar de ahora en adelante legitimados para tutelar (y esquilmar) Túnez y aledaños con el consentimiento de toda su ciudadanía?

Obviamente el hecho de que nos mostremos contrarios a las barbaridades que perpetran nuestros gobiernos no garantiza en absoluto que no vayan a continuar haciendo lo que les venga en gana… pero seguro que actuar sin el apoyo de una gran parte de los ciudadanos les resulta, como mínimo, un poquito más incómodo. Por ello, seamos críticos y conscientes ante determinadas noticias y no olvidemos que lo que aquí parece negro azabache puede verse blanco nuclear en otros lares.

“Si hay un secreto del buen éxito, reside en la capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde ese punto de vista así como del propio”, dijo Henry Ford hace casi un siglo.



Y es que, desde siempre, todo depende.
















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jueves, 20 de octubre de 2011

Comiendo Detergente predijo el “fin” de ETA




Hace ya casi medio año, el 9 de mayo de 2011, preví en este artículo que la banda terrorista ETA anunciaría un cese definitivo de la violencia armada poco antes de las próximas elecciones generales. El tiempo me ha dado la razón exactamente a un mes de los comicios,  así que hoy me permito el lujo de auto citarme:

“Al igual que el partido socialista llegó al poder de manera totalmente inesperada tras un atentado que incitó a la población a votar masivamente contra el gobierno de Aznar, la única manera que tiene de mantenerse en él es mediante un golpe de efecto igualmente impactante que incline la balanza a su favor.
Por eso creo que el PSOE planea anunciar el fin de E.T.A. unos días antes de las elecciones generales de marzo de 2012.
Los socialistas son plenamente conscientes de que semejante noticia alegraría de tal forma a los votantes que muchos de ellos sencillamente olvidarían la patética gestión del gobierno de Zapatero y premiarían a los responsables del fin de la violencia terrorista con cuatro años más de poder ilimitado al frente del gobierno de la nación.
Quien dice el fin de E.T.A. dice un alto el fuego definitivo, un cese de la actividad criminal, un abandono de las armas… como quieran llamarlo, lo mismo da. En cualquier caso sería una noticia falsa, y una vez lograda la victoria en las elecciones, el trato se habría cerrado pudiendo dedicarse una vez más la banda asesina a matar e intimidar y el gobierno socialista a mangar y engañar, que es lo que mejor saben hacer tanto los unos como los otros.
Esta es la única explicación que se me ocurre para que nuestros líderes continúen brindando su apoyo de una manera tan descarada a los asesinos del pueblo para el que (no lo olvidemos) trabajan.”


Debo reconocer que esta predicción no tiene demasiado mérito, ya que cualquiera con dos dedos de frente podría, ya para entonces, haber sido capaz de sospechar que el inexplicable trato de favor que a los asesinos daba nuestro ministro Rubalcaba (que, recordemos, todavía no había sido designado como candidato a la presidencia) solo se entendía si venía motivado por un “trueque de favores” de índole política. De hecho lo extraño es no haber empezado a escuchar a otros compartir mi hipótesis hasta hace tan relativamente poco tiempo.
Confío, sin embargo, en haberme equivocado cuando afirmé que todo sería poco menos que un siniestro paripé, pasada la resaca del cual volveríamos a quedar de nuevo expuestos a los disparos de estos asesinos de inocentes.
En cualquier caso, por muy satisfecho que me sienta de mi capacidad de análisis, no acabo de ser capaz de alegrarme por haber previsto este lamentable suceso, sino más bien todo lo contrario. Y es que lo que hace cinco meses era una sospecha no hace ahora sino confirmarse, demostrando que estamos siendo vilmente manejados por una casta política criminal y sinvergüenza, capaz de pactar con el mismísimo diablo a cambio de un puñado de escaños.
¿Saben qué es lo más gracioso? Que el PSOE no va a recibir CERO votos, como un partido capaz de conspirar a semejantes niveles merecería... ¡Todavía habrá más de uno y más de dos que les respalde!
En fin, así es españa. Con minúscula, por supuesto.

¡Adivinen, adivinen! ¿Qué país es una MIERDA...?








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Yo soy Gadafi. Y tú también.



Aunque ya argumenté el pasado mes de abril los motivos por los que este tipo me caía simpático, no puede discutirse que Muamar el Gadafi era un sátrapa, un dictador, un déspota excéntrico y un zumbao. Se dice que fue un ególatra narcisista, cómplice e instigador de atentados terroristas, además de un vejete muy, muy feo.
Pese a todo ello, Gadafi dirigió la nación libia con tino y mano firme, manteniéndose siempre muy alejado de las malas influencias, reforzando y favoreciendo relaciones amistosas y de cooperación entre diferentes países del continente negro y garantizando que sus súbditos gozaran de un nivel de vida del que en cualquier otro país africano sería sencillamente imposible soñar con disfrutar. No solo logró librar a su tierra de la dominación económica extranjera sino que encontró el modo de tomar durante más de cuatro décadas las riendas de un país que, por su tradición mahometana y organización tribal, era extremadamente difícil de gobernar. Y lo hizo durante más años de los que ningún otro mandatario árabe ha sido capaz de aguantar, nadando siempre contra corriente frente a un sistema global que le quería fuera de combate a toda costa y que nunca tuvo reparo alguno en cometer toda clase de abominaciones (como asesinar a su hija en el 86) para alcanzar su objetivo.
Hoy nos dicen (y nosotros tendremos que creerlo) que Gadafi ha muerto. Ocho meses después de que comenzara a tomar forma en Libia una sospechosa revolución que fue fulminante e incondicionalmente apoyada por los gobiernos y ejércitos de las principales potencias mundiales, el Comandante ha sido finalmente herido de muerte en su ciudad natal, Sirte. Se demuestra así que, opinaran lo que opinaran insistentemente los medios de comunicación de todo el planeta, Gadafi se encontraba exactamente donde siempre dijo estar: en tierra Libia.
No es esta la primera vez que las informaciones que los informativos han hecho públicas sobre el conflicto libio acaban demostrando resultar equivocadas o, directamente, falsas. No olvidemos que ha quedado probado que tanto las imágenes de la toma de Trípoli como la captura del hijo del dictador que fueron difundidas por los canales de televisión de todo el mundo no eran sino una burda falsificación filmada nada menos que en Qatar. Sin embargo, en esta ocasión parece no caber duda alguna de que el sátrapa ha sido ejecutado por las fuerzas armadas rebeldes y de la OTAN tras ser hallado escondido en un zulo luego de un intenso bombardeo.
El destino del dictador Libio era la muerte, no ya desde el pasado febrero sino desde el momento mismo en que asumió el poder allá por septiembre del 69. Sólo eliminándole podrían los principales interesados en tomar el control sobre la nación norteafricana tener vía libre para ejecutar sus planes de dominación y control sobre los recursos minerales que esta atesora. Qué duda cabe de que, una vez más, lo han vuelto a conseguir.
No importa cómo se nos haya vendido este golpe de estado (en el que, por cierto, el ejército español ha participado directa y activamente), lo que el futuro depara a la Libia post Gadafi es caos, desorden, violencia y malestar social. Irak y Afganistán serían, de no estar ya completamente olvidados por una inmensa parte de la ciudadanía, excelentes ejemplos que servirían como prueba intachable de que la democracia no es trasplantable ni imponible, sino resultado de una serie de condiciones y variables que se dan cuando deben darse, y no cuando los oscuros intereses de una pandilla de avariciosos desalmados así lo dictan. Cualquiera que conozca mínimamente el mundo árabe sabrá que sus habitantes no solo no desean vivir como los europeos sino que, directamente, se horrorizan ente esta sola idea.
El régimen autoritario, antidemocrático y absolutamente carente de libertades impuesto y encabezado por el Coronel Muamar el Gadafi era lo que funcionaba en la Libia actual, le pese a quien le pese. Una evolución natural, progresiva y transparente hacia un sistema de gobierno más justo y participativo habría sido no solo deseable, sino eventualmente inevitable. Pero no hoy, y desde luego no de esta manera.
Yo digo que Gadafi sigue vivo, y no en el sentido sentimentalista que a esta expresión suele darse precisamente: Yo soy Gadafi, y tú eres Gadafi. Lo somos porque cuando más convenga a esta élite sanguinaria que dispone de nuestras vidas seremos manipulados, utilizados e incluso sacrificados del mismo modo que él lo ha sido.
Los que cayeron, caen y caerán en falsos atentados terroristas son Gadafi. Los inocentes que perecen víctimas de “tropas en misión de paz” en cualquier parte del mundo, igual que tantos que mueren de hambre por culpa de aquellos que deciden quién debe ser rico y quién no, también lo son.
De hecho, bien pensado, nosotros somos mucho más Gadafi que el propio Gadafi, porque deshacerse de nosotros resulta más barato y sencillo... Al menos el amigo Muamar ha podido esquivar las balas unos meses, durante los cuales por desgracia ambos bandos no han cesado de acumular miles de cadáveres, entre todos los cuales el del viejo Coronel no representa más que una minúscula gota en medio del océano de vidas perdidas que esta pérfida maniobra se ha cobrado.
Descansen en paz todos ellos, y que Allah les acoja en su seno y les permita ver su rostro.

Primeras imágenes del cuerpo sin vida del Coronel Muamar el Gadafi.
Obsérvese la herida de bala en la sien izquierda del dictador libio.








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Solución para acabar con el bipartidismo YA




¡Eureka!
Lo tengo. Definitivamente lo he logrado. No sé cómo, pero he dado con la fórmula que acabará con el más dañino de los males que atenazan el desfasado y obsoleto sistema democrático nacional.
Estamos todos de acuerdo con que esta situación actual, en la que dos partidos mayoritarios cada vez más similares entre sí se alternan en el poder per secula seculorum, es insostenible ¿verdad?
Todos comprendemos que, desde hace ya demasiado tiempo, la política traza un círculo vicioso que mantiene en el gobierno al partido vencedor “A” sólo hasta el momento justo en que al electorado se le hinchan los cojones  y decide votar, únicamente motivado por el deseo de castigar a sus corruptos dirigentes, al partido “B” que (tarde o temprano) demostrará la misma ineptitud y sufrirá idéntico destino que su predecesor y así sucesivamente hasta el infinito y más allá ¿no es así?
De acuerdo pues… visto lo visto, el remedio a esta enfermedad pasa indefectiblemente por  dinamitar el sistema desde dentro propiciando la desaparición de una de las opciones clásicas, lo que forzaría a los votantes a buscar una alternativa realista (y refrescante) entre alguna de las múltiples agrupaciones minoritarias que, habitualmente y como consecuencia de lo anteriormente expuesto, acostumbran a comerse los mocos cada vez que deciden presentarse a unos comicios. La apertura mental generalizada que de esto derivaría rompería inevitablemente todos los moldes dando lugar a una situación completamente novedosa en la que el voto de castigo dejaría de ser necesario condenando también a muerte al que hasta ese momento hubiera sido utilizado como “partido castigador”.
Ahora bien: ¿Cómo deshacerse del PP? ¿Cómo acabar con el PSOE? Al fin y al cabo representan , respectivamente, las dos corrientes ideológicas básicas en las que los españoles se empeñan en auto dividirse desde hace décadas, que no son otras que las ya apolilladas “derechas” e “izquierdas”… Pues bien: el contexto histórico y socioeconómico que vivimos no podía ser más propicio a este efecto, y la combinación de una crisis tan salvaje como la que venimos sufriendo con las patéticas e ineficaces decisiones de nuestro querido desGobierno podría ser, lo crean o no, enormemente beneficiosa para la democracia en este país.
Mi ideaca es la siguiente: Votemos en masa a Rubalcaba y dejemos que el PP pierda estrepitosamente, y me explico:
¿No dice ahora el ex ministro socialista que tiene ideas a manta para sacar de la U.V.I. a nuestra agonizante economía? ¿No asegura ser capaz de dar vuelta a las elevadísimas tasas de desempleo que el Ejecutivo (al que hasta hace tan solo un par de meses pertenecía) no era capaz de hacer descender? Pues nada… ¡que lo demuestre!
Votemos al PSOE y dejemos que se lleven la sorpresa de su vida. Concedámosles 4 añitos más de sueldos, de dietas, de coches oficiales, de caviar y de champán… pero concedámoselos a ellos, que están ya acabados, y dejémosles caer en su propia trampa de modo que, cuando lleguen las generales de 2016, su inutilidad quede tan indiscutiblemente demostrada que no tengan más remedio que disolverse y desaparecer (y con ellos su némesis pepera, cuya existencia carecerá ya de sentido alguno).
Si, por el contrario, la ciudadanía hace lo que desde hace meses se le está ordenando subliminalmente que haga y otorga la mayoría absoluta al zángano de Rajoy, estará de nuevo garantizándose a sí misma alternancia y bipartidismo para otra década (como poco). Es inevitable que el nuevo Gobierno del PP sufra un desgaste brutal, y es más que poco probable que logre solucionar esta catástrofe económica habida cuenta de que el problema tiene una dimensión planetaria, de modo que tarde o temprano el nuevo Ejecutivo va a ser tan poco popular como lo es hoy día el actual equipo de Zapatero. Y cuando ese día llegue ¿quién cree usted que se presentará de nuevo en sociedad como “la única alternativa viable de cambio”?
Efectivamente: Un PSOE rejuvenecido, en el que unos cuantos años libres de responsabilidad habrán obrado maravillas. Otra vez nuestro viejo conocido, el partido “A”, al que muchos volverán a estar dispuestos a votar con tal de quitarse de en medio a “B”, y de cuyos descalabros pretéritos pocos querrán (o podrán) ya acordarse. Igualito que en 2004.
En definitiva, señores, lo que en mi pueblo llamamos BIPARTIDISMO puro y duro. Del de toda la vida.


"Con talante, mirushté"








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sábado, 15 de octubre de 2011

Doble M el 15 O: Manifa y Manipulación para todos los públicos.

Así que hoy 15 de Octubre tenemos manifa planetaria…
Ni que decir tiene que opino que se trata de una estafa más al estilo de quince emes y posteriores sucedáneos: poco más que disidencia controlada, generosamente aliñada con altas dosis de manipulación pre electoral.
Una serie de datos para apoyar mis argumentos (hoy es Viernes y tengo todo el derecho del mundo a emborracharme en cierta medida, por lo que no me queda demasiado tiempo para redactar uno de mis habitualmente kilométricos textos):
Para empezar, la protesta la secundan tanto Ignacio Escolar como Arturo González desde Público, ese diario tan asombrosamente poco independiente que nuestro viejo conocido, el Señor Jaume Roures, ha puesto desde sus inicios al servicio del más que incompetente Gobierno de la Nación.
No sé ustedes, pero cuando a mí tratan de convencerme de que es necesario protestar contra la corrupción del poder político y la dictadura de los mercados… sencillamente no acepto que quiénes lo hagan sean ni más ni menos que los asalariados del Goebbels particular de un presidente responsable de la más salvaje batería de recortes sociales que la ciudadanía de este país ha sufrido en los años que llevamos de democracia. Y menos admito aún que se trate de orientar mi decisión de voto con frases tan diabólica y descaradamente manipuladoras como “¿Acudirá algún político? A ése es al que hay que votar el 20-N” (Arturo Gonzalez, 11 de Octubre).
Seguimos: ¿De verdad esta cosa llamada 15 O viene patrocinada por el conocido como movimiento 15 M, o de los Indignados? Porque, a mi parecer, los acontecimientos de los pasados meses han dejado muy patente la incapacidad crónica de sus cada vez más escasos integrantes para organizar absolutamente nada que implique un cambio “a mejor” real, pese a contar inicialmente con las simpatías de una inmensa parte de la sociedad. De hecho, si somos sinceros, habremos de convenir en que esta gente ha acabado demostrando que efectivamente no eran más que una barra brava de perroflautas fácilmente manipulables por todo grupúsculo (y hablo en concreto de feminazis y anticristianos) que se propusiera tomar las riendas del cotarro.
Más cosas… ¿Es que ya nadie se acuerda de las decenas de escalofriantes datos que han ido destapándose sobre el sospechoso surgimiento de todas estas espontaneas y estériles “revoluciones” que durante el pasado año  se han venido sucediendo? ¿Es que todavía nos creemos lo de Libia, Egipto e Islandia? ¿Acaso queda alguien en el mundo que todavía piense que aquel mercadillo medieval que se montó por el mes de Mayo en la Puerta del Sol podría haberse mantenido en pie durante todo un mes sin la connivencia y el soporte de las clases dirigentes?
Echemos un vistazo al “spot” que aparece como primer resultado en Google al buscar información sobre la concentración de mañana Sábado porque, tal vez de forma involuntaria, sus creadores nos dan pistas sobre lo que realmente representará el 15 de Octubre.







La cabecera del video, que copia el estilo Hollywoodiense de la TWENTIETH CENTURY FOX , no solo nos previene de que lo que estamos a punto de ver es puro espectáculo sino que deja claro que el 15 M anda detrás de la convocatoria.
Por si la banda sonora elegida no fuese lo suficientemente explícita (28 días después, nada menos que una película de ZOMBIS), pronto se nos presenta a una serie de personajes jóvenes que se informan de la actualidad… ¡viendo la televisión!
La rubia fumetilla de los micro-pantalones, los dos chavalotes y la perroflauta adicta al I-phone representan aquí a la juventud española: No son conscientes de la terrible situación en la que el mundo se encuentra debido a vivencias y experiencias personales, sino que juzgan y actuan en base a la información que el mass media les ofrece. Son poco más que monigotes que se sientan a ver lo que les cuentan que ocurre y reaccionan como se espera de ellos que hagan.
Y su reacción es, en este caso, salir corriendo. Una, la que corre raro, pierde una chancleta… Pero al final todos se ponen unas camisetas muy chulas y logran que se les unan unos cuantos tipos más. Desgraciadamente, tal y como el zoom out del final del spot evidencia, sus actos tienen una repercusión imperceptible y más bien insignificante en la inmensidad del Universo.
Dicho de otro modo, desde el punto de vista de quienes nos gobiernan, ya podemos corretear cuanto queramos, twittear, retwittear, acampar y vestir las camisetas más guapas que encontremos… que a ellos, plin.


Mi consejo para mañana: Cuidadito con dejarse manipular, que todavía está reciente la última...














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jueves, 6 de octubre de 2011

¡¿En serio?!




¿Pa Negre? ¿Me lo estás diciendo en serio?
¡Y para los Oscars, nada menos! No quisiera pasarme de cruel pero… ¿¿¿en serio??? Yo no digo que sea buena ni mala… bueno vale, es mala malísima… pero joder, es que… ¡¿¿¿en serio???!
Tenía ciertos prejuicios hacia la multigalardonada cinta desde la misma noche de entrega de los Goya, cuando fui testigo de los vergonzosos bloqueos dialécticos que su joven protagonista sufrió a la hora de tratar de expresarse correctamente en castellano durante su discurso de agradecimiento. Anoche, sin embargo, decidí darle una oportunidad al filme de Villaronga por aquello de que ha sido seleccionada para representar a España en Hollywood, y también como deferencia a los académicos que optaron por otorgar a este largometraje el premio a la mejor película antes que a ese otro tostón infumable llamado “Balada Triste de Trompeta”.
¡Pero, qué horror!  ¡Menuda decepción! ¿En serio esta es la mejor película española del año? ¿Es que nadie en el jurado había visto… qué sé yo… Entrelobos, por ejemplo? A ver, que tampoco es que esta última sea Ciudadano Kane precisamente, ¡pero al menos uno no está deseando que termine pasados los primeros veinte minutos de visionado!
El esperpento ñoño este, aparte de contar con uno de los peores elencos actorales jamás antes vistos, es un coñazo arrítmico de argumento previsible, absurdo e insustancial. Si bien podría considerarse un trabajo aceptable desde un punto de vista técnico y visual, como historia no vale un pimiento. Mucho mariquita, mucho cura malo, mucho nabo al aire, mucha niña guarra y (sobre todo) mucho rollito payés, pero ni rastro de esas cosas que hacen que una peli sea digna de una distinción con el prestigio de los Oscar, a saber: Ritmo, estructura, guión apasionante, diálogos creíbles… Pues no, alguien pensó que con ser “la primera película rodada íntegramente en catalán” bastaba para encumbrarla hasta el extremo de enviarla nada más y nada  menos que a la meca del cine a hacer el más espantoso de los ridículos en una gala en la que de otra cosa no sé, pero de entretenimiento audiovisual pilotan un rato.


Sé que llevo una buena temporada sin escribir por aquí, y me hago cargo de que decepciono a los pocos pero fieles lectores que cada cierto tiempo entran buscando “comiendo detergente blogspot” en Google. El motivo de mi ausencia es bien simple: He encontrado trabajo y paro por casa las horas justas para dormir.
Viajo mucho en Metro, eso sí, y presencio situaciones alucinantes que me dejan ojiplático a diario… Hoy, concretamente, he gritado “¡¿EN SERIO?!” hasta en dos ocasiones durante un mismo trayecto por culpa de un par de barbaridades que esas pérfidas y manipulativas telepantallas que se hallan en el interior de los vagones del suburbano madrileño al servicio de Granhermana Aguirre han tenido a bien mostrarme:

La primera de ellas ha sido la boda de esa señora mayor a la cual todos llaman “Duquesa de Alba”. Aquí lo impactante no es que se le siga prestando la más mínima atención a una tiparraca cuyo único mérito en esta vida es y ha sido descender de un personaje que, en su momento, tuvo cierta relevancia. Tampoco ha sido la bochornosa actuación de la decrépita novia a la salida de la iglesia, cuando se ha arrancado a bailar con la gracilidad propia de un salchichón comatoso, lo que me ha hecho plantearme seriamente la posibilidad de estar padeciendo un mal sueño producto de alguna clase de cena indigesta, no. Lo que me ha hecho exclamar, dudoso de la existencia de eso que en los libros se estudia como “dignidad humana”, ha sido la visión de una turba de idiotas que aguardaban ansiosos a las puertas del templo para vitorear a la parejita a su paso. ¡Para vitorearles, digo!
Pero oigan, jauría de mequetrefes… ¿Se puede saber quiénes son ese par de mamíferos para que nadie les ande ovacionando? ¿Podría alguien explicarme cuales son (o acaso han sido) los logros de esas personas? ¿Es porque salen en las revistas? ¿Porque tienen un montón de pasta? ¿Tal vez debido a que atesoran un patrimonio artístico que hace años que debiera estar gestionado por organismos gubernamentales? ¿¿¿No me dirán que aclaman a esta tal Cayetana por descender del primer Grande de España???
¡¿No lo dirán en serio?!

Y ya para rematar, el aparato propagandístico comúnmente denominado “Canal Metro” agarra y me suelta, sin siquiera esperar a que estuviese debidamente recuperado del shock previo, que este año va a haber importantes modificaciones en el desfile del Día de la Hispanidad… ¡para que los ciudadanos no puedan abuchear a las autoridades! ¿¿¿EN SERIO???
Yo podría entender, si la tradición fuese lanzar adoquines o disparar ráfagas de ametralladora, que se hicieran los cambios necesarios para salvaguardar la integridad física de los dirigentes que acuden a presidir la parada militar del 12 de Octubre… ¡Pero es que estamos hablando de inofensivos abucheos! ¡Déjennos, al menos, vociferar un rato! ¿No ven que se lo tienen bien merecido? ¡Si es que en esa tribuna, entre el Rey (que no hace nada), el presi y sus colegas (que la que hacen la cagan), y los sinvergüenzas de la oposición (que dicen saber que hacer pero se niegan a decir lo que hacen ver que saben), están pidiendo a gritos una suculenta ración de pitos y chillidos!
Un par de sonoros “Uuuuuuh”, algún que otro “¡Hijoputa!”  bien merecido e incluso los ya célebres cánticos de "¡Zapatero dimisión!” no representan, ni de lejos, daño comparable al que la casta política ha perpetrado, y aún hoy perpetra, contra la ciudadanía de este país con total impunidad y pingues beneficios.
¿Es que no van a dejarnos berrear un poco? ¡¿En serio?!





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sábado, 20 de agosto de 2011

"Conozco mis derechos"



Querido seres humanos: No nos dejemos manipular.

A nadie le gusta la violencia ni la represión, y nadie desea que un funcionario público le levante la voz y amenace con agredirle… PERO:

Hagamos un sencillo ejercicio de empatía y pongámonos en el lugar de los protagonistas del video que está dando la vuelta al mundo, en el que una supuestamente inocente periodista es presuntamente maltratada por un agente de la Policía Nacional durante una las múltiples manifestaciones provocadoras-laicas que se están desarrollando, con motivo de la JMJ, en la capital de España.


Primero él: Un señor que cobra un salario muy modesto haciendo un trabajo el cual, durante los últimos meses, le obliga a enfrentarse con excesiva frecuencia a masas de descerebrados que, arropados por la multitud, insultan e incluso agraden (las imágenes, así como las cifras de agentes heridos tras las cargas policiales, lo demuestran) a sus compañeros con insistencia y total impunidad.

Este tipo, dicho de otra manera, sabe que cada vez que tiene que salir a la calle a lidiar con los autodenominados Indignados (muchos ya les llaman Indignantes) tiene muchas posibilidades de acabar sangrando, contusionado o con las botas empapadas en orín de perroflauta.

A este guripa, que vive de protegernos a todos los que pagamos su sueldo con nuestros impuestos, le han situado en medio de una disputa entre ateos y católicos, en minoría y a merced de la turba. Su deber es evitar una batalla campal y para ello debe, entre otras cosas, identificar a quien crea conveniente (algo para lo que está perfectamente cualificado y autorizado) en la misma medida en que es deber de todo ciudadano facilitar el Documento Nacional de Identidad a cuanto agente se lo solicite, con absoluta independencia de si encuentra la petición justificada o apetecible.



Ahora la chica: Aquí tenemos a una chavala, para empezar, que anda grabando de tapadillo una conversación con un policía.

Esto, que más allá de ser una falta de respeto está prohibido, nos da pistas para entender mejor lo que ocurre a continuación. La muchacha es periodista, dicen, y se ve que anda loca por encontrar una noticia impactante, así que piensa:


-¡Date! Vuelvo loco al pitufo este y, cuando me hinche a palos, cuelgo el video en Twitter. ¡Así seré famosa y super revolucionaria!


Y claro, se pone a dar por el culo con auténtica pasión: Que si “y por qué”, que si “conozco mis derechos”, que si “oiga, usted que se ha creído”… Y, mientras tanto, el Nacional tratándole de hacer entender que esa cartulina del Diario Nisupu que lleva colgada al cuello no es una identificación oficial válida.


Estos son los dos actores, y el conflicto está muy claro: Mientras el funcionario desea obtener los datos de la chavala, esta se ha propuesto impedir por todos los medios que consiga su propósito con la única intención de provocar una situación tensa que, finalmente, acaba materializándose. En otra palabras, la muy pelma acaba logrando lo que tan fervientemente deseaba registrar: Que el maromo pierda los estribos y, ante un más que flagrante desacato a la autoridad, la detenga por resistirse a cumplir con su deber ciudadano de identificarse ante las fuerzas de el orden.

Esto es lo que ha ocurrido, no nos engañemos. Que una estúpida le ha buscado las cosquillas a un gorila que tenía (por ley) todas las de ganar. Lo comprenderíamos y aceptaríamos a la primera si no fuera por que al agente, cuando los tiene ya como sandías, se le escapa ese “que te pego una hostia” que todos y todas, de una manera o de otra, hemos dejado escapar ante una situación complicada alguna vez en nuestras vidas (y mentiroso el que lo niegue).

¿Lo peor de la historia? Que mientras que esta insolente (a la que debieron hacer poco caso cuando niña) saldrá libre de cargos en poco más de dos horas, nuestro desgraciado amigo se enfrentará a un expediente del que saldrá escaldado y desencantado con su profesión. Resumiendo, el cuerpo contará con un buen policía menos y la sociedad podrá presumir de haber dejado marchar de rositas a una listilla más.

Desde Comiendo Detergente, por políticamente incorrecto que resulte, enviamos apoyo incondicional a todos los agentes de policía honestos que se ven forzados a aguantar situaciones molestas, incomodas, estresantes o violentas en el ejercicio de sus funciones cotidianas. Vaya nuestro reconocimiento a quienes, cada día y cada noche, cumplen órdenes humillantes e injustas que les obligan a soportar golpes, insultos, reproches y memeces varias de ese animal estúpido que es la masa y de los individuos que la conforman.

A título personal diré que, cuando un policía debidamente acreditado me pide el carné, nunca pongo trabas y lo muestro sin chistar. Así he logrado llegar a cierta edad sin que ningún madero amenace con ahostiarme, y soy muy feliz.

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