jueves, 20 de octubre de 2011

Solución para acabar con el bipartidismo YA




¡Eureka!
Lo tengo. Definitivamente lo he logrado. No sé cómo, pero he dado con la fórmula que acabará con el más dañino de los males que atenazan el desfasado y obsoleto sistema democrático nacional.
Estamos todos de acuerdo con que esta situación actual, en la que dos partidos mayoritarios cada vez más similares entre sí se alternan en el poder per secula seculorum, es insostenible ¿verdad?
Todos comprendemos que, desde hace ya demasiado tiempo, la política traza un círculo vicioso que mantiene en el gobierno al partido vencedor “A” sólo hasta el momento justo en que al electorado se le hinchan los cojones  y decide votar, únicamente motivado por el deseo de castigar a sus corruptos dirigentes, al partido “B” que (tarde o temprano) demostrará la misma ineptitud y sufrirá idéntico destino que su predecesor y así sucesivamente hasta el infinito y más allá ¿no es así?
De acuerdo pues… visto lo visto, el remedio a esta enfermedad pasa indefectiblemente por  dinamitar el sistema desde dentro propiciando la desaparición de una de las opciones clásicas, lo que forzaría a los votantes a buscar una alternativa realista (y refrescante) entre alguna de las múltiples agrupaciones minoritarias que, habitualmente y como consecuencia de lo anteriormente expuesto, acostumbran a comerse los mocos cada vez que deciden presentarse a unos comicios. La apertura mental generalizada que de esto derivaría rompería inevitablemente todos los moldes dando lugar a una situación completamente novedosa en la que el voto de castigo dejaría de ser necesario condenando también a muerte al que hasta ese momento hubiera sido utilizado como “partido castigador”.
Ahora bien: ¿Cómo deshacerse del PP? ¿Cómo acabar con el PSOE? Al fin y al cabo representan , respectivamente, las dos corrientes ideológicas básicas en las que los españoles se empeñan en auto dividirse desde hace décadas, que no son otras que las ya apolilladas “derechas” e “izquierdas”… Pues bien: el contexto histórico y socioeconómico que vivimos no podía ser más propicio a este efecto, y la combinación de una crisis tan salvaje como la que venimos sufriendo con las patéticas e ineficaces decisiones de nuestro querido desGobierno podría ser, lo crean o no, enormemente beneficiosa para la democracia en este país.
Mi ideaca es la siguiente: Votemos en masa a Rubalcaba y dejemos que el PP pierda estrepitosamente, y me explico:
¿No dice ahora el ex ministro socialista que tiene ideas a manta para sacar de la U.V.I. a nuestra agonizante economía? ¿No asegura ser capaz de dar vuelta a las elevadísimas tasas de desempleo que el Ejecutivo (al que hasta hace tan solo un par de meses pertenecía) no era capaz de hacer descender? Pues nada… ¡que lo demuestre!
Votemos al PSOE y dejemos que se lleven la sorpresa de su vida. Concedámosles 4 añitos más de sueldos, de dietas, de coches oficiales, de caviar y de champán… pero concedámoselos a ellos, que están ya acabados, y dejémosles caer en su propia trampa de modo que, cuando lleguen las generales de 2016, su inutilidad quede tan indiscutiblemente demostrada que no tengan más remedio que disolverse y desaparecer (y con ellos su némesis pepera, cuya existencia carecerá ya de sentido alguno).
Si, por el contrario, la ciudadanía hace lo que desde hace meses se le está ordenando subliminalmente que haga y otorga la mayoría absoluta al zángano de Rajoy, estará de nuevo garantizándose a sí misma alternancia y bipartidismo para otra década (como poco). Es inevitable que el nuevo Gobierno del PP sufra un desgaste brutal, y es más que poco probable que logre solucionar esta catástrofe económica habida cuenta de que el problema tiene una dimensión planetaria, de modo que tarde o temprano el nuevo Ejecutivo va a ser tan poco popular como lo es hoy día el actual equipo de Zapatero. Y cuando ese día llegue ¿quién cree usted que se presentará de nuevo en sociedad como “la única alternativa viable de cambio”?
Efectivamente: Un PSOE rejuvenecido, en el que unos cuantos años libres de responsabilidad habrán obrado maravillas. Otra vez nuestro viejo conocido, el partido “A”, al que muchos volverán a estar dispuestos a votar con tal de quitarse de en medio a “B”, y de cuyos descalabros pretéritos pocos querrán (o podrán) ya acordarse. Igualito que en 2004.
En definitiva, señores, lo que en mi pueblo llamamos BIPARTIDISMO puro y duro. Del de toda la vida.


"Con talante, mirushté"








comiendodetergente.blogspot.com

1 comentario:

  1. he descubierto tu blog buscando informacion de ACN, y ya estoy leyendo otras entradas
    por ahora me gusta tu forma de pensar, aunque te he leido poco
    esta claro que hay que acabar con el bipartidismo, no se como no lo ven la mayoria de los españoles
    entenderia que personas mas mayores que han sido toda su vida de derechas o de izquierdsa no entren en razon, pero el resto no tiene excusa, se dejan llevar, y asi nos va
    sigue asi, un saludo

    como opinion personal, me cuesta leer con este diseño de web, fondo negro y letras blancas, por si algun dia te da por cambiarlo

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