viernes, 1 de julio de 2011

Blog de Carne Cruda: Censura en Radio 3




¿Se acuerdan del Ministerio de la Verdad? Hablo, por supuesto, de 1984. La célebre novela de Orwell.
¿Recuerdan el trabajo que el protagonista, Winston Smith, desempeñaba en dicho Ministerio? Resumiendo, su labor era la de borrar y modificar datos oficiales, anteriormente publicados, para engañar a la ciudadanía.
Mi descubrimiento del día pone en evidencia que nos acercamos peligrosamente a la Era del Gran Hermano en este pequeño país de chapuceros. Ayer comprobé en mis propias carnes como Radio 3 (Radio Nacional de España) borra y resucita los comentarios de sus oyentes cuando no interesa que sus opiniones trasciendan. Dicho de otro modo: Hay un Winston Smith trabajando en ese Ministerio de la Verdad que llamamos la radio pública.
Ya he comentado en ocasiones anteriores que Carne Cruda, el “contra informativo” dirigido por Javier Gallego (alias Crudo), fue durante un tiempo un programa que seguí con muchísimo interés. La única razón de que dejase de escucharlo fue el hartazgo.
Me harté, demasiado tarde, de su discurso demagogo y aleccionador. Me harté de sus oportunistas parrafadas, que llegaron a superar con creces en número a sus anteriormente interesantes discursos. Pero sobre todo me harte de que, día si día también, ridiculizase y criticase indiscriminadamente a la Fe católica, a su Iglesia, a sus líderes, a sus sacerdotes, a sus sotanas y (por extensión) a sus fieles.
Me harté de escuchar un espacio radiofónico en el que parecía haberse tornado un recurso recurrente el “tiro al cristiano”. Me harté como se hartó Marky Ramone el día que, en medio de una entrevista, se marchó de un portazo tras tener que aguantar una batería de preguntas malintencionadas e hirientes durante la emisión del programa.
Si usted es católico, y también quiere hartarse de Carne Cruda, le recomiendo que lea alguna de las entradas de su blog. Por ejemplo las tituladas  La Red está en pecado”, “El Papa no existe” y “Con la Iglesia hemos topado”. En ellas podrá encontrar frases como:

 “(…) No estoy de acuerdo con el Papa (…). El purgatorio existe. Quizá no lo ve porque estamos viviendo dentro… Y él es uno de los responsables de ello”.

“Si quiere (Rouco Varela) encontrar pecados en la red, que entre en la página del Vaticano”.
“Donde hay un joven, Don Rouco ve un pecador lujurioso. Donde un grupo de jóvenes, supongo que verá una orgía. Donde hay un cura, prefiero no pensar lo que ve”.
“(…) Rouco confunde internet con la banca vaticana. Quizá por eso dice que la Red “es un medio de propagación de fórmulas de vida de todo tipo, sin excluir las menos acordes con la dignidad humana”.”.
“(…) A partir de ahora hablaremos de la Iglesia Católica como una pequeña institución sin importancia a la que siguen cuatro gatos”.
“Y ahora viene Ratzinger y casi chapa el purgatorio por reformas. Que Dios se ande con ojo, que es el siguiente de la lista”.

Habrá comprobado como el caballero que firma los textos no tiene problema alguno en culpar al Papa de los males del mundo moderno, atribuir los delitos sexuales de unos pocos a la generalidad de los sacerdotes, y sugerir que el estilo de vida Vaticano es “indigno”. Y si usted tiene dos dedos de frente estará horrorizado, no porque esta sea la opinión de este individuo (que tiene todo el derecho del mundo a creer lo que quiera) sino porque… ¡la emisión de estas difamaciones la pagamos usted y yo a diario!
¿Imagina un programa de RNE en el que fuese habitual ridiculizar cruelmente a los señores gordos? ¿O a los africanos? ¿O a los coleccionistas de sellos? ¡No! ¡Nadie lo imagina! Porque ese improbable programa, la segunda vez que incurriera en ese tipo de faltas de respeto, sería suspendido ante la avalancha de quejas que RTVE recibiría de inmediato. Porque Radio Nacional es para España: Para todos los gordos, negros, coleccionistas y creyentes de cualquier tipo que habitan dentro de sus fronteras y contribuyen con sus impuestos.
Además, a nadie se le ocurriría meterse en semejante berenjenal… pero como todos los curitas son muy buenos y los católicos son como Flanders, poner a parir la religión de buena parte de la población española sale gratis a cualquiera que necesite compensar una falta de inspiración con un buen batido de mierda.
Ayer, para variar, Javier Gallego Crudo optó de nuevo por lo fácil y, ante la “noticia” de que el Papa ha abierto una cuenta en Twitter, volvió a dejar la puerta abierta al recochineo general preguntando a los oyentes qué les gustaría decirle al Pontífice. ¿No tenía otro tema? Imposible saberlo. Yo opino que hay mil ideas mucho más audaces con las que las probabilidades de herir sentimientos descenderían (acuérdese del dicho sobre qué dos temas no son adecuados en la mesa)… pero el locutor de Carne Cruda y yo no debemos pensar de la misma manera.
Decidí, en vista de que el asunto empezaba a retorcerme los cojoncillos, publicar un comentario en el blog del programa en el que, muy amablemente, informé a Crudo de que me sentía indignado por tener que mantenerle (como pagador de impuestos que soy) cuando él, desde su puesto de trabajo, centraba sus esfuerzos en sabotear constantemente algo tan sagrado para mí como son mis creencias religiosas. El comentario decía, entre otras cosas, lo que sigue:

(…) Estoy indignado contigo: Me duele en el alma que tu sueldo lo recibas directamente de mis impuestos. Si yo soy un español, y tú trabajas en Radio Nacional de España... ¿Por qué siento que me faltas al respeto (a mí y a otros muchos compatriotas) con tanta frecuencia?
(…) Como contribuyente te pido menos demagogia y más objetividad, o un disclaimer al inicio del programa en el que adviertas de que tus opiniones son sesgadas, partidistas y tendenciosas. Así nadie se llevará disgustos.
 Me haría felicísimo obtener respuesta por tu parte, seguro que tu punto de vista es interesante. Dado que te tengo por una persona partidaria de la transparencia de los servicios públicos, te animo a que como director de un programa de RNE lo hagas.

Y es que, casualmente, el señor Gallego se posiciona como abanderado de las libertades ciudadanas y la libre expresión. ¡Pues anda que no dio la murga con el 15-M cuando dicho movimiento todavía salía en las noticias, allá por el mes pasado! Llegué a escuchar en su programa que la acampada era una “sociedad perfecta”, una “especie de república”.

“Es emocionante verlo y vivirlo, sentir como la calle se llena de pasos, de personas, de ganas de hablar, de discutir, de gritar, de sacar la indignación, la apatía, el desencanto que ahogaba sordamente en el pecho”.
http://blog.rtve.es/carnecruda/2011/05/toma-la-plaza.html

¿Ven cuanto gustan en Carne Cruda las “ganas de hablar”, “de discutir” y “de sacar la indignación” cuando el desencanto “te ahoga sordamente en el pecho”? No debe ser así siempre, porque cuando el “desencanto que te ahoga” lo motivan las descalificaciones que, desde Radio 3, se hacen a menudo contra el credo de los cristianos… las ganas de hablar, de discutir y de sacar la indignación ya no son contempladas con tan buenos ojos. Ojo, porque llega el momento en el que a la libertad de expresión la atan a un poste y la violan salvajemente:
Poco después de mi aportación al blog, un usuario (ANA-CONS) me contesta acusándome de ser un empleado de Intereconomía, tras lo cual yo remito un segundo comentario negándolo y explicándole las diferencias que existen entre un medio de comunicación privado y otro público. Pese a que, tras pulsar el botón de envío, mi mensaje figura a continuación del de ANA-CONS, solo unos pocos minutos después descubro que ya no está. Ha desaparecido.
Por ello, vuelvo a redactarlo añadiendo un apartado inicial en el que indico lo extraña que me ha resultado la inexplicable huida del texto, como puede comprobarse en la siguiente imagen:



ANA-CONS me responde poco después, confirmando que puede leer mi contestación desde California.



Observen ahora, en esta captura realizada segundos después, como mi comentario ha sido nuevamente eliminado. Pese a no haber incurrido en descalificaciones de ningún tipo, pese a no haber nada ilegal en su contenido… mi opinión, después de ser publicada, es retirada tras unos pocos minutos.



Vuelvo a insistir, dado que he guardado una copia del mensaje, y reenvío. En esta ocasión la usuaria Silvia P. denuncia haber comprobado cómo se censuraban mis comentarios y acusa de hipócrita al programa de radio.



Esta vez es su opinión la censurada. Silvia P. contraataca con otro comentario más, en el que exige que se le explique el motivo de la no-publicación de su mensaje de queja.



Al rato, después de que una tercera usuaria (que firma como Alba) comente que a ella también se le ha borrado una intervención, mi comentario VUELVE A SER ELIMINADO por tercera vez, sin que exista justificación alguna para ello salvo el propio miedo de quien los filtra a ser señalado como intolerante y censor.



Más misterios, en este caso una aparición fantasma, nos deparaba el blog de Carne Cruda: Mi primera respuesta a ANA-CONS (aquella que, tras ser borrada, abrió la jaula del secuestrador de opiniones) ¡vuelve a aparecer en el lugar del que nunca debió marcharse!



Y poco después, el comentario en el que Alba afirmaba haber sido también víctima de la censura vuela y es sustituido, precisamente, por el texto que la usuaria había echado en falta.



Seguramente por el camino se perdieron más letras, pero uno no puede pasarse todo el día capturando evidencias de los burdos tejemanejes que se traen en la Casa de la Radio para silenciar las quejas de un ciudadano protestón.
El resultado fue el siguiente: Todos los comentarios que, en su momento, habían sido secuestrados, volvieron a su lugar de origen. Sin embargo, aquellos en los que los usuarios protestaron contra quién coartaba su libertad de expresión fueron eliminados, dejando incluso pedazos de conversaciones inconexas y carentes de sentido. Exactamente como si unos paranoicos hubieran perdido los papeles protestando por la desaparición de comentarios que (al final) estaban ahí. Juzguen ustedes mismos si no se trata de una maniobra digna del mismísimo Ministerio de la Verdad, sobre el que nos prevenía Orwell.
Esta trama me preocupa, porque no estamos hablando de un blog normal: En un blog normal, y hasta la entrada en vigor de lo que aún solo es el anteproyecto de la Ley Integral para la Igualdad de Trato y la No Discriminación, cada webmaster puede decidir qué publica y qué deja de publicar. Sin tener que dar explicaciones a nadie.
Basta, sin embargo, con analizar la dirección web del blog de Carne Cruda para ver que está alojado en la página oficial de Radio Televisión Española. Esto indica que, al igual que la tele y la radio nacionales, estas bitácoras son un servicio público de interactuación con los creadores de los programas que el ciudadano paga por escuchar. Por eso, toda censura o intento de manipulación que provenga de un empleado de dicha empresa será no doble, sino infinitamente más reprobable que la proveniente de cualquier otra parte.
Y, ya puestos, digo más.
Desde cualquier radio, televisión o publicación (ya sea física o digital) de carácter privado (como la sosa Antena 3, la ultra conservadora Intereconomía, El mítico Jueves o, incluso, el modesto Comiendo Detergente), es lícito y admisible un cierto grado de burla, crítica, irreverencia o incorrección. En su casa cualquiera puede decir lo que le salga de la punta de la poya. ¡Para algo salimos de una dictadura fascista y nos garantizamos constitucionalmente la libertad de expresión!
Lo que no puede tolerarse es que un programa radiofónico ataque, por sistema, asuntos que para muchos son no importantes, sino sagrados, en un medio de comunicación que existe por y para todos.
Y que dicho medio, ante cualquier discrepancia, opte por el sencillo camino de la destrucción y modificación de pruebas… simplemente no tiene perdón.
Javier Gallego, Crudo, tiene (como afirmo más arriba) garantizado su derecho a encontrar a la Iglesia ridícula, absurda e incluso maligna. Y, claro está, puede contárselo a quien quiera, todas las veces que quiera. Pero no como quiera.
No con mi dinero, ni a mi costa. No ocupando una franja horaria que una inmensa fracción de sus jefes (le pagamos, luego somos jefes) preferiríamos que se cediese a un profesional capaz de hacer un programa entretenido, valiente y novedoso sin necesidad de faltar al respeto a las creencias de nadie. Y cuando digo nadie, me refiero a NADIE.
Puede, eso sí, fichar por el sector privado... En los informativos de la Sexta, por ejemplo, tendría total libertad para repartir caña a diestro y siniestro, y sus espectadores sabrían muy bien qué producto consumen.  De igual modo, los espectadores de Veo 7 saben a lo que se exponen cuando se sientan delante de su televisor a ver a Pedro J.
El medio de comunicación privado no es sino el negocio de unos pocos, que ofrece servicios orientados a una minoría. Los medios públicos no deberían ser un negocio para nadie, sino información y entretenimiento para el conjunto de los ciudadanos. Por eso es imperativo que, gobierne quien gobierne, sus métodos y contenidos sean también considerados con todos (en el sentido más amplio de la palabra).
Hoy me voy a dormir dolido y decepcionado. Con Gallego, con la Radio y con lo Público en general. ¿Llegará el día en que los oportunistas dejen de arrimar el ascua a su sardina?









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11 comentarios:

  1. No he escuchado Carne cruda nunca pero después de leer el post no voy a discutir contigo que tengas razón con respecto a la falta de respeto pero, te digo una cosa, creo que estas confundiendo (como la gran mayoría incluido el señor Javier Gallego) el sentimiento religioso, la religión en sí (como doctrina teológica) y los estamentos religiosos( las Iglesias y autoridades eclesiásticas). !Uno y Trino!( que decían en "Así en el cielo como en la Tierra"). este combo se nos ha impuesto a fuego en este país a través de la tradición(yo lo he vivido en mis carnes)y viene de lejos. No voy a entrar a explicarte las diferencias entre los términos, porque sé que las sabes(me decepcionaría que no fuera así) pero te incito a que reflexiones sobre ellas, sobre si la Iglesia y el Papa como líder espiritual RESPETAN los preceptos morales que se desprenden de las palabras de Jesús en los evangelios. ¿Hablamos de hipocresía y doble moral?¿de tortura, asesinatos o manipulación de las escrituras en los Concilios?¿de mantener el poder cueste lo que cueste?¿del voto de pobreza y el patrimonio de la Iglesia?...(hay muchas más preguntas por supuesto).. Si realmente eres una persona espiritual y religiosa, si sientes a Dios dentro de ti, si intentas vivir tu vida con los demás siguiendo las enseñanzas del Mesías tú también deberías estar en contra de la Iglesia como estamento en cualquiera de sus miles de variantes y del Papa y el resto de líderes espirituales que no solo TE FALTAN EL RESPETO A TI sino al propio Dios.
    Te lo dice un ATEO que está bautizado, hizo la comunión y luego se confirmó, que ayudó en su parroquia a todo el que lo necesitaba y que vive la espiritualidad de la Magia y el Misterio de Existir sin aceptar ninguna de las zafiedades de los espectros que pululan por el mundo adoctrinando. Te invito a la reflexión sobre las múltiples paradojas que el problema religioso conlleva en los días que nos ha tocado vivir.

    Respeto tu fe, pero hay cosas indefendibles y la Iglesia es la primera.
    Por último recomendarte una lectura, Temor y temblor de Sören Kierkegaard, si no la has leído puede que te resulte interesante su perspectiva con respecto del salto al vacío que supone la fe.

    De uno que un día te increpó por tus adjetivos menos beligerantes con los policías que con los perroflautas.

    Un saludo

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  2. Muchas gracias por tu comentario.

    Verás, hay algo que me gustaría que comprendieses: Hay personas que creemos que existe Dios (otros creen en los rescates del FMI, por ejemplo. Eso se llama libertad de culto)

    Para nosotros, Dios es una cosa y las personas otra muy distinta. Quiero decir con esto que sabemos que Dios es perfecto igual que sabemos que las personas somos imperfectas.

    Los cristianos practicantes tenemos que creer en la Iglesia, y al mismo tiempo la Iglesia es una estructura necesaria para mantener la Fe en la tierra y coordinar a sacerdotes, creyentes... etc El problema es que la Iglesia, aunque gestione asuntos divinos, es una institución compuesta de seres humanos. Como estos son corruptibles, la Iglesia también lo es.

    La grandeza está en saber separar lo divino de lo humano, y que los crímenes de unos pocos no eclipsen ni a Dios ni el mucho bien que una mayoría hace en su nombre. Digo con esto que, efectivamente, hay y ha habido cristianos y sacerdotes asesinos, criminales, violadores y saqueadores... pero esto no da lugar más que a condenar sus actos, como individuos que se han aprovechado de una creencia para perpetrar barbaridades.

    Dios es muchísimo más grande que todo eso. En cualquier caso ya sabes que lo de menos en este post es la religión: Hablo de libertad de expresión, manipulación y censura en los medios públicos.

    Gracias por la recomendación, no conocía el libro. Lo leeré, seguro que es interesante.

    Un saludo,


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  3. el malvado zaroff1 de julio de 2011, 14:01

    Perdone usted mi intromisión, no es mi lugar predilecto para esparcirme, pero no puedo dejar de comentar sus palabras. ¿Por qué tanta alharaca? En este país hay pocos lugares en donde se pueda disentir, discrepar de veras, ser diferente al discurso oficial impuesto por medios de comunicación y grupos de poder ideológico entre los que se encuentra la bien nutrida Iglesia. Afortunadamente este programa de Radio 3 se ha atrevido a enfrentarse a ese monopolio del pensamiento uniformador y dirigido. Si no le gusta a usted no asista a su visión de las cosas. Su saña me recuerda a la de los torquemadas que quemaban al que no comulgaba con sus dogmas inquisitoriales...
    Salud y libertad...
    Dios es un invento para joder conciencias...

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  4. No es ninguna molestia que se esparza usted a gusto.

    Lo curioso es que, en realidad, lo valiente no es machacar a la Iglesia. De hecho, esa actitud es tan osada como quitarle la merienda a un niño pequeño en el instituto.

    Dese cuenta de que reírse de los curas es deporte nacional desde los 80. Hace mucho que dejó de ser una actitud transgresora para convertirse a un hobbie demasiado poco original.

    En cualquier caso, ni me ensaño ni quemo a nadie. Que usted me compare con criminales como Torquemada es como si yo le llamase a usted Hitler. Seguro que no se lo tomaría tan a la ligera.

    Nunca confunda exigir respeto en Radio Nacional con apoyar incondicionalmente a cualquier tipo que haya vestido sotana. Le recomiendo leer mi anterior comentario.

    Un beso, Zaroff.


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  5. el malvado zaroff1 de julio de 2011, 15:29

    Detesto y rechazo cualquier dios, cualquier dogma... Intento respetar a quien no piensa o siente como yo. Pero mi experiencia me ha mostrado reiteradamente que el que parte de verdades sagradas, de dogmas que están más allá de la comprensión humana suele ser más intolerante, más soberbio, más fulminante en sus criterios y actuaciones. Intento respetar pero por favor si hay lugares en que se piensa o siente distinto no se entrometa, que hay muy pocos y hay que cuidarlos y tratarlos con suma delicadeza. Su extinción será el Imperio de los robots mutantes...
    Salud, seas quien seas y mi respeto y mejores deseos...

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  6. Su dogma es detestar y rechazar cualquier Dios. ¿Ve como todos creemos firmemente en algo?

    En este caso debo entrometerme, no por que se piense o se sienta de manera distinta, sino porque se ataca aquello en lo que creo. Debo entrometerme porque yo tambien pago las cuentas, y nadie gusta de comprar palos para que le aticen con ellos.

    No pondré pega, sin embargo, a que entre todos ustedes paguen una estación de radio especial desde la que emitir programas que falten al respeto a los que creen en Jesucristo. Es posible, incluso, que algún día les sintonice.

    Salud, respeto y cosas lindas para usted también.


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  7. quisiera decir que conozco el programa carne cruda y me parece de lo mejor que hay en la radio. He dado con este blog buscado un programa de la semana pasada en la que hablaban de la iglesia y de la fe porque me senti identificado.No creo en dios y menos aún en la iglesia y cuanto mas lo pienso menos creo porque la fe no entiende de razon y yo siempre he sido muy esceptico, pero mucho peor que discutir sobre la fe y la iglesia me parece el hecho de que se hayan censurado comentarios, cada uno que piense lo que quiera y que nadie le prive de su derecho a expresarlo. Desde hoy vere de otra forma este programa y rn3.

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  8. ¡Tenía entendido que hasta Septiembre habían dejado de emitir Carne Cruda por vacaciones! Echaré un vistazo a los podcasts a ver si encuentro ese programa del que me hablas, Anónimo.

    Justo eso a lo que te refieres es lo que trato de transmitir con mi texto:

    ¿Discrepar? ¡Bárbaro!

    ¿Censurar? Ni de coña...

    Un saludo,


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  9. vete a cagar maldito hijo de puta

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  10. ¡Ah! Muy bien, muy bien...

    Este ha sido, de calle, el comentario mas garrulo y deleznable que he recibido desde que abrí el blog.

    Que asco la gente como tu ¿no?, incapaz de tolerar las voces discrepantes... Menos mal que estais en abrumadora minoría.

    Un saludo y mis mejores deseos. Recuérdale a tu mamá que te lave la bocaza con jabón.



    comiendodetergente.blogspot.com

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  11. ¿Que te parece el cieere de Carne Cruda?

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