#acampadasol se corrompe

Lo que está ocurriendo en la Puerta de Sol, como apunté en mi anterior entrada, es digno de ser visto. Por eso he vuelto hace solo unas horas: Para mirar.

Hay aún más gente que el jueves, y ha aumentado la ocupación de terreno por parte de los protagonistas de la protesta en forma de nuevos tenderetes entre los cuales me ha sorprendido gratamente descubrir una guardería improvisada que, si el jueves ya estaba, desde luego para mí había pasado totalmente desapercibida.

Como la acampada se ha convertido en un acontecimiento a nivel internacional, no sorprende descubrir a un gran numero de turistas y curiosos que pasean bajo las lonas observando todo con atención como si se encontrasen en una especie de “parque temático perrofláutico” o una suerte de Disney Landia “a la anti-sistema”.

Todo el entorno se encuentra empapelado con pancartas y carteles de diverso caracter y tamaño, entre los cuales hay verdades como puños, exigencias harto lógicas y (como no) más de una estupidez. Como era de esperar, colectivos de diverso pelo han aprovechado la relevancia que los medios están dando a la acampada para montar un chiringuito desde el que dar visibilidad a sus luchas particulares, destacando en este sentido el colectivo feminista que dispone de su propio toldo copado de mujerzuelas con melenita en el que se exponen mensajes radicales (feminismo radical, de hecho reza uno de ellos), anticlericales (ver foto 1) y excluyentes (ver foto 2)

                                                                                       

(Foto 1) El movimiento feminista confirma su obsesión enfermiza con los crucifijos.

(Foto 2) Así que ya sabéis: Los que no seáis feministas A TOMAR POR CULO.

He comprobado, con pesar, como algunas de las pancartas se contradicen y desautorizan entre sí, como ocurría en el caso reflejado en la siguiente fotografía (ver foto 3) en la que podemos observar como se “avisa al espectador” de que el contenido del cartel en cuestión no ha sido debidamente “consensuado” por la Asamblea lo que, imagino, resta validez a las propuestas que enumera. También choca comprobar como en un acto convocado por una plataforma denominada Democracia Real Ya se permite la exhibición de una lona de enormes dimensiones (colgada sobre la valla publicitaria que la marca L´Oreal paga en la Puerta del Sol) en la que puede leerse que “La lucha esta en la CALLE y no en las URNAS” en una postura descaradamente anti democrática (ver foto 4).

(Foto 3) No consensuado.

(Foto 4) Pues si  no es Democracia Real... supongo que tampoco será "ya".

Como mi visita se ha producido coincidiendo con el comienzo de la Asamblea, he decidido acercarme al inmenso corro de gente que había asistido para participar en ella. Lo primero que he visto ha sido a una chica que lucía una camiseta roja y que nos ha informado de que si, mientras alguien hablaba, ella decidía que había que cortarle... le cortaría. Y se ha quedado tan ancha. Junto a ella había otra muchacha vestida de amarillo que era la encargada de decidir quien hablaba: Hacia como que lo elegía al tun-tun pero la realidad es que era ella quien otorgaba los turnos de palabra a dedo entre quien lo solicitaba.

Una vez aclarado el sistema imperante en la Asamblea de los Indignados el debate ha dado comienzo. Y lo ha abierto un chaval que se mostraba ofendido por que los medios hubieran sugerido ayer la idea de que el movimiento se constituyese como partido político y proponía, para evitar futuros malentendidos, que se prohibiese efectuar cualquier tipo de filmación a nadie que no formara parte del Departamento de Comunicación de la protesta.

Así ha sido como los chicos y chicas que moderaban el debate, los apoderados del micrófono, han explicado que de ahora en adelante se imponía prohibir a los medios de comunicación grabar sus reuniones. Su idea era filmarla integra con una sola cámara de la organización para “controlar” (palabras que he escuchado hoy en vivo y en directo) la información que se emita en la tele. La idea ha sido aplaudida por toda una mitad de la audiencia, mientras que por fortuna la otra mitad ha protestado con vehemencia al grito de “¡transparencia!” y “¡eso es censura!”.

En vista de que la medida no contaba con el apoyo de todos los presentes, la chica de rojo ha propuesto votarlo en referéndum. En ese momento, una mujer con gafas y pañuelo en el pelo que se encontraba detrás de ella ha llamado su atención para dirigirle un gesto de negación con el dedo. Tras este inquietante suceso, la de rojo ha cerrado su boca de manera automática interrumpiendo sus palabras ipso facto.

Se ha fijado, seguidamente, un tiempo máximo de ¡veinte minutos! para que la asamblea llegara a un acuerdo en el espinoso tema de la censura y la chica encargada de seleccionar oradores ha elegido “al azar” a cinco personas diferentes para que (en 30 segundos cada uno) expusieran sus puntos de vista.

Lo que ha ocurrido después ha sido verdaderamente dantesco: Algunos de los ponentes han tenido el atrevimiento de defender la idea de prohibir a las cámaras grabar en la Puerta del Sol. Me ha impactado especialmente el argumento de un chaval , que temía que la televisión emitiera los errores que se pudieran cometer (“que seguro que los cometeremos”, decía). De esta forma, abogaba por prohibir la entrada de los reporteros a la plaza y por pasar por el filtro de la organización todo el material audiovisual registrado en ella, para que ningún “medio manipulador” pudiera hacer públicas imágenes perjudiciales para los intereses de los manifestantes.

Gracias a Dios ha habido quien se ha opuesto, defendiendo que obrando de tal manera se estaría llevando a cabo una manipulación igual o peor que aquella de la que se acusaba a las cadenas. Pese a ello, uno de cada dos asistentes jaleaba con aplausos y manos al aire el discurso totalitario de los enemigos de la libertad de expresión mientras se eternizaba un debate que, por lo repugnante de su contenido, comenzaba a marearme. Por esta razón, y durante el discurso de un cincuentón barrigudo que defendía la censura con uñas y dientes, he tomado la decisión de abandonar la plaza convencido de dos cosas:

1. No todos los que acampan en Sol son personas que defienden un mundo mejor. De hecho, al menos la mitad de ellos (les he visto con mis propios ojos aplaudir) están a favor de atentar contra una de las pocas cosas que se mantienen casi intactas en este sistema democrático: La libertad de expresión. Y están dispuestos a hacerlo para garantizar que solo salga a la luz lo que ellos quieren que se sepa, pese a no llevar ni una semana existiendo como organización.

2. Esta “revolución”, de continuar tratando de tomar sus decisiones mediante un sistema tan injusto e inefectivo como he podido constatatar que es su Asamblea, se hundirá a la velocidad de la luz.

Como soy capaz de anticiparme a los comentarios que me acusarán de tendencioso por no haberme quedado a escuchar cual resultaba ser la decisión final de la asamblea, voy a dedicar unas lineas a explicarme en este sentido:

Me importa un bledo si, después de marcharme, se ha decidido invitar a los reporteros a chocolate con churros cada vez que vengan a grabar. Lo que he visto y oído hoy (eso NADIE puede discutírmelo) ha sido a un buen numero de personas que, con la excusa de estar indignados, proponían adoptar un modelo de censura propia del más totalitario de los regímenes para MANIPULAR la información con intención de dejar salir, exclusivamente, los datos positivos mientras los negativos eran soterrados y condenados al olvido.

He visto a supuestos defensores de la libertad apaleando al espíritu mismo de la democracia y la libertad de expresión. He escuchado al autodenominado "futuro" de mi país defendiendo prácticas de un pasado fascista y dictatorial, que solo contaba a los ciudadanos lo que el Poder quería que estos escucharan.

Me he muerto del asco y de la vergüenza.

Solo quiero añadir que, al margen de lo graves (puesto que rozan lo punible) que han resultado ser las declaraciones que he presenciado esta mañana en la Puerta del Sol, el plan de prohibir a las cadenas de televisión informar sobre lo que ocurre en la acampada es, sencillamente, demencial.

Y es que, para empezar, la concentración Toma la Plaza está declarada ILEGAL por la Junta Electoral. Se está llevando a cabo, para más inri, en un espacio público que (por si fuera poco) es uno de los puntos turísticos más transitados de nuestra Capital. Esto quiere decir que en ningún caso los concentrados tienen derecho alguno a imponer condiciones de cualquier tipo. Además, y ya analizando la situación desde un punto de vista práctico: ¿como se impide que le graben a uno en la puerta del Sol? ¿Acaso el cerebro privilegiado que cagó semejante ocurrencia no se ha parado a pensar en lo simple, fácil y divertido que sería colar entre la multitud Indignada a un técnico de sonido con un micrófono mientras, desde uno de los múltiples balcones que rodean la Plaza, una cámara con un buen teleobjetivo lo graba absolutamente todo?

Venga, ¿como era?... ¡Li-ber...¿qué? Si estos muchachotes tuvieran lo mismo que nos desean, nunca habrían logrado acampar (ni en el jardín de su casa).

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