lunes, 16 de mayo de 2011

¡Toma la calle! (si puedes)

He pasado esta semana muy emocionado pendiente de la manifestación de ayer, 15 de mayo de 2011, como prueba mi anterior entrada en el blog. Esperé el momento con impaciencia seguro de que la iniciativa de Democracia Real Ya ponía fin, de una vez por todas, a las divisiones ideológicas y religiosas entre ciudadanos uniéndonos a todos contra un sistema corrupto y en favor de un mañana mejor.
Finalmente, y muy a mi pesar, no ha sido así. Tras solo unos minutos sobre el terreno me he visto moralmente obligado a dar la vuelta y regresar a casa, donde he pasado la tarde del domingo frustrado y decepcionado ante el recuerdo de la experiencia vivida y la evidencia de que el momento en que todos seamos uno en favor del bien común está aún muy lejos de llegar.
Durante los pasados días, muchos de los que traté de animar a participar en el evento intentaron disuadirme recordándome que lo habitual en estas ocasiones es que algunos individuos sin escrúpulos aprovechen para politizar, mediante el uso de banderas y pancartas tendenciosas, cualquier reivindicación convirtiendo a los asistentes en sus partidarios accidentales a ojos de la opinión pública.
Sabía a lo que se referían, pues todavía recuerdo el “No a la Guerra” de mis quince y como un amable caballero me regalo una bandera (que agité toda la tarde) en la que, además de un mensaje pacifista, figuraban las siglas de un partido con el que nunca comulgué pero al que di voz y presencia de forma totalmente inconsciente aquel día. Pese a ello mi respuesta ante estas advertencias era siempre la misma: No debemos temer que algo semejante vuelva a ocurrir, ya que la organización especifica tajantemente en su manifiesto que:
(…)Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos… Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. (…) Te animamos a que te unas de forma pacífica y sin símbolos políticos excluyentes para hacer que se escuche una sola voz. (Extraído de www.democracialrealya.es)

Lamentablemente al poco de llegar a la plaza de Cibeles de Madrid las primeras señales de que me habían tomado el pelo comenzaron a hacerse visibles ante mí en forma de pancartas extremistas, mensajes anticatólicos y (por supuesto) banderas izquierdosas.

Aunque las había de mil clases y tamaños  la palma se la llevaba una inmensa estructura modular metálica con ruedas y altavoces incorporados, decorada con un sinfín de carteles de índole político y una bandera republicana de notables dimensiones ondeando en lo alto. Tras decidir con mi acompañante que lo más apropiado sería desplazarnos lo más lejos posible de semejante monstruosidad, comenzamos a abrirnos paso entre la multitud. Sin embargo algo me obligó repentinamente a retroceder en dirección a la gigantesca pancarta para dedicarles unos educados reproches a sus propietarios.



Abusos contra niños por parte del clero + Viva la Republica = ¿?


¡Menuda sorpresa me lleve cuando, una vez situado lo suficientemente cerca del artefacto, descubrí que de él también colgaban ataques contra la Iglesia Católica que exhibían la imagen de uno de sus más conocidos dirigentes junto a acusaciones de pederastia! Indignado por mi descubrimiento, aunque siempre cortésmente, hice saber a uno de los dos desubicados que empujaban aquel mamotreto que semejante alarde de compromiso político no resultaba apropiado en una manifestación convocada, expresamente, para protestar contra la clase dirigente y el sistema financiero bajo la premisa de acudir “de forma pacífica y sin símbolos políticos excluyentes para hacer que se escuche una sola voz”. No obtuve en respuesta más que aspavientos y voces exaltadas en un patético intento de intimidación, que respondí explicando que su catálogo promocional ideológico estaba, en aquel contexto, fuera de lugar dado que nos encontrábamos en un evento de carácter plural y aconfesional. En vista de que la actitud intolerante de mi interlocutor no hacía sino recrudecerse y a raíz del hecho de que este empezara a dirigirse a mí de forma poco respetuosa, juzgue apropiado tirar de los carteles que más me ofendían desprendiéndolos así de su soporte de forma limpia y sencilla.

Los dueños de la propaganda se abalanzaron sobre mí tratando de arrebatármela de entre las manos mientras proferían insultos y amenazas haciendo alarde de una actitud de lo más agresiva. A ellos se unieron otros tres jóvenes, que acudieron obedientes a la llamada de auxilio “¡ayudadme, compañeros!” emitida por uno de los exaltados. Alguien me lanzó algo a la cara durante el breve tira-tira que mantuvimos ellos cinco y yo tras el cual consiguieron finalmente arrancarme las pancartas en medio de una audiencia de curiosos mudos e inmóviles. Pese a que alguien manifestó en voz alta estar de acuerdo con mi proceder, ni uno solo de los testigos de lo ocurrido aprovechó la coyuntura para mostrarse en desacuerdo con los oportunistas que enarbolaban banderas y mensajes excluyentes en un acto que tenía como único fin mostrar la unidad de la ciudadanía ante asuntos que nos perjudican gravemente a todos por igual. Todo lo contrario.

En vista de que mi intento de favorecer que las bases de la convocatoria se cumplieran había resultado inútil, y tras mantener una amistosa charla con dos de los chavales que habían ayudado a frustrar mi pequeña acción reivindicativa, mi chica y yo continuamos calle arriba en busca de un rincón entre la masa en el que se nos permitiera ejercer nuestro derecho de reunión sin vernos obligados a apoyar con ello ideas con las que no nos sintiéramos plenamente identificados. Fue así como, al alcanzar la cabeza del bloque de manifestantes en el que hasta ese momento habíamos estado, descubrimos la pancarta que nos había dirigido todo ese tiempo:



"¡Ultima hora! ¡Todos somos ateos en lucha!"



Ni que decir tiene que tengo plena certeza de que no todos los cientos que ahí nos encontrábamos éramos “ateos en lucha”, como anunciaba el cartel de marras. De hecho estoy convencido de que había más de un católico, más de un musulmán y más de un judío. ¡Puede que hasta hubiera algún Hare Krishna! Sin embargo aquellos atentos “ciudadanos” se habían tomado la libertad de etiquetarnos a su gusto de forma que mi novia y yo nos sentimos igualmente libres de largarnos inmediatamente de aquel absurdo lugar cagando leches.

Mientras esperábamos el autobús que nos llevaría de vuelta a casa, en la misma plaza de Cibeles, una chica que compartía marquesina con nosotros se unió a nuestra conversación y nos contó que ella también había venido ilusionada pero volvía prematuramente y con el rabo entre las piernas por el mismo motivo que lo hacíamos nosotros, que no era otro que la excesiva e inesperada presencia de toda aquella simbología política excluyente que los organizadores habían aclarado que no tenía cabida en la manifestación. No fue la única: Una anciana que nos escuchaba mostró también su indignación y aplaudió nuestro comportamiento, dejando clara su repulsa por el uso partidista que algunos hacen del derecho a manifestarse de la mayoría y defendiendo el respeto hacia las creencias religiosas del cada uno, sean cuales sean.

Una vez en mi hogar y al filo de la media noche busque información en la red sobre lo ocurrido tras nuestra marcha, y topé con un foro en el que una buena cantidad de usuarios que se habían sentido estafados por el mismo motivo afirman que abandonaron la manifestación en cuanto fueron conscientes de la escasa aceptación que había tenido el concepto de “plural y aconfesional” entre algunos de los asistentes. El foro es Foro Coches, y el link al tema es www.forocoches.com/foro/showthread.php?t=2208091 .

Esto me hace pensar que debemos de ser unos cuantos los que exigimos que se nos permita expresarnos de forma libre, sin vernos obligados a respaldar con nuestra presencia la ideología de cualquiera que decida aprovecharse de nuestra asistencia con fines egoístas e interesados. Debemos de ser unos cuantos los que nos decidimos a ir a la manifestación de ayer precisamente por su carácter plural, precisamente por lo atractiva que nos resultaba la idea de que ningún politiqueo pudiera esta vez entrometerse. Precisamente porque parecía que al fin podríamos luchar codo a codo sin pancartas ni banderas, sin insultos al que piensa diferente.

Una muchacha le increpaba a mi chica, durante el forcejeo, que la razón de que hubiera pancartas izquierdistas y anticatólicas era que a las manifestaciones solo iban “los de siempre”, a lo que ella respondió que el motivo de que solo acudieran los de siempre era justamente esas pancartas. Y desde mi punto de vista mi chica tiene mucha razón: Democracia Real Ya ha organizado varias manifestaciones por todo el país y muchísima gente ha participado en ellas. Sin embargo también ha habido muchísima gente que se ha sentido excluida, llegando en casos como el nuestro a abandonarlas por sentirse engañados y obligados a desfilar junto a pancartas con mensajes que ni venían al caso, ni tenían nada que ver con lo que se estaba reivindicando en ese momento. Mensajes que, insisto, había quedado previamente establecido que no se verían ahí.

Como apunta alguien en www.forocoches.com/foro/showthread.php?t=2208091: salimos perjudicados nosotros, salen perjudicados ellos, y todo es por su egoísmo. Porque nadie está diciendo que no saquen sus banderas. ¡Que las saquen! Y que se caguen en la boca abierta del Papa si quieren, es su decisión. Yo mataría para garantizar su derecho a expresarse. Pero que lo hagan en las manifestaciones apropiadas. Si, en el momento en el que sacaron sus banderas, todo el mundo hubiera mostrado su rechazo a “secuestrar” una reivindicación apolítica, la cosa hubiera sido muy diferente.

En definitiva: gran fiasco el del 15 de mayo. Solo espero que corra la voz y que la gente que lea esto se detenga a valorar si aquel era el contexto adecuado para propagar sus ideas políticas o si no hubiera sido más adecuado centrarse en enviar al Poder el mensaje de que, aunque pensemos de maneras diferentes, estamos todos igual de jodidos en vez de darles el gustazo de vernos indignarnos unos con otros por motivos que fácilmente podrían haberse evitado. Es posible que la próxima vez dejen sus banderas y carteles en casa y acudan no como discípulos de un partido sino como ciudadanos, que era de lo que se trataba. Yo ya no podré comprobarlo: Ha sido tal el chasco que he tenido que hacer voto solemne de no volver a una manifestación en lo que me queda de vida.








comiendodetergente.blogspot.com

9 comentarios:

  1. Creo que no viste lo que fue la manifestación de verdad. Estaba convocada también por "JUVENTUD SIN FUTURO", quizá deberías haberte quedado un rato más para poder opinar al 100% de lo que se reivindicaba.

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  2. Asi es amigo, los que vamos por libre somos muy pocos. En ese tipo de manifestaciones sólo te encuentras hippiosos tontos enarbolando pancartas que muchas veces no vienen a cuento. El sistema encantado claro. Sólo les cuesta un par de contenedores y 3 escaparates, como pude ver a última hora paseando por la calle fuencarral.No obstante también pude ver alguna pancarta interesante tirada por el suelo: "violencia es cobrar 600 euros". Yo estoy contigo amigo

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  3. Yo pensaba ir a esa manifestación pero al final no lo hice. Me siento decepcionado por lo que cuentas. Es triste que se aproveche una manifestación sin ideologia política de ningún tipo para precisamente eso, tratar de que unos cuantos tarugos se aprovechen de la coyuntura. Aunque para ser sinceros es muy dificil que todo el mundo sea neutral. Siempre se cuelan gentuza con la que te has topado, por lo demás totalmente de acuerdo contigo. Lo dicho una lástima.

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  4. En respuesta a Anónimo y a cualquiera que trate de argumentar que lo que vi no fue la manifestación de verdad:

    Las dos fotografías que he publicado (tomadas por mí mismo) demuestran lo que hubo. Y hubo más.

    No hay manera de excusar el uso masivo que se hizo de propaganda y simbología excluyente, dando al traste con una iniciativa que trataba de unificar a toda la ciudadanía ante un mismo problema social.

    Un saludo,
    comiendodetergente.blogspot.com

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  5. yo personalmente nunca he ido a ninguna mafiestacion de ningun tipo, ademas considero la politica muy complicada y realmente no tengo mucho tiempo para detenerme a pensar, contrastar opiniones y leer sobre estas cosas, pero creo que la sensacion de engaño por parte de nuestros dirigentes politicos envuelve a muchisima gente. creo que estas sociedades como "juventud sin futuro" y "democracia real ya" estan tomando una iniciativa que consideo muy necesaria, que conlleva mucho trabajo y de verdad creo que puede ser el principio de un cambio importante en nuestra sociedad.
    no debemos desanimarnos.
    ahora somos pocos, algunos solo ven la palabra "manifestacion" y no miran nada más (estos son los que decia esa chica que participan: "los siempre") automaticamente se ponen a pintar sus pancartas con tematicas izquierdistas radicales y salen a liarla.
    no se dan cuenta de que con sus acciones estan jugando a favor de eso contra lo que creen que luchan!!
    amigo del blog, despues de leer tu articulo comparto contigo la sensacion de frustracion.
    pero no hay que rendirse!

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  6. Comparto tu punto de vista, y creo que debemos repudiar el uso partidista de las manifestaciones y los movimientos sociales...

    Creo que en realidad cuando hablas de política te refieres a grupos políticos...Ojo con reducir el término "política" a "partido". En realidad participar en un movimiento, o escribir en este blog o participar en el debate es en sí mismo, hacer política...

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  7. Para este último comentario anónimo:

    Gracias, la puntualización que haces es muy correcta. Es doloroso comprobar como ha llegado un momento en el que resulta dramaticamente habitual confundir "politica" con "partidismo".

    Ojala hubiera más personas interesadas en "hacer politica" y menos politicos partidistas.

    Un saludo,
    comiendodetergente.blogspot.com

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  8. Yo también quedé bastante decepcionada con el asunto. Allí la gente se manifestó por lo que le dió la gana (ateos, exigentes de información sobre el 11s y 11m, republicanos, anarcas...) salvo unos pocos que sí fuimos fieles al mensaje real de la manifestación.

    No vamos a conseguir resolver nada hasta que los propios manifestantes aprendan lo que es el respeto y sepan dejar a un lado su egoista necesidad de imponer su ideología y forma de pensar. Es muy "gracioso" verles recurrir a la libertad de expresión cuando son los primeros censores del panorama (si no eres comunista y ateo no molas tío)

    Aún así no pierdo las esperanzas y voy a seguir rugiendo en mi casa y mis alrededores lo que pienso, creo y siento. Y aunque sólo podamos hacer reflexionar a una sola persona, ya estamos en buen camino.

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  9. Tu sabes por qué ocurre eso? Porque las miles de personas que piensan como tú o de forma parecida se quedan en casa o se desaniman, si saliesen estos grupos serian minoría. A parte hay que reconocer que los "perroflautas" de este pais parece ser que son los unicos que se mueven...

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