lunes, 9 de mayo de 2011

John Cobra es peor que E.T.A.

Todos nos acordamos de Mario Vaquero Garcés, más conocido como John Cobra: Aquel (políticamente incorrecto) rapero/showman  valenciano que, tras años como líder indiscutible de audiencia en Youtube, dio el salto a las pequeñas pantallas de todo el país con una breve pero inolvidable intervención que ha sido calificada en la red como “la mayor trolleada de la historia de la televisión”.

"¡Comedme la poya todos!"

Su épica pérdida de papeles, que le valió el más estricto de los vetos,  le convirtió en el personaje del momento: Pese a no ser invitado a ningún plató para contar su versión de los hechos  no hubo programa de humor que no le mencionara o parodiara, y su caso llegó incluso a tratarse ante la Comisión Mixta de control parlamentario de la Corporación RTVE.

Esta creciente popularidad provocó que toda una nueva hornada de seguidores del Cobra se uniera a sus fans más veteranos, que aumentaron considerablemente tanto el número de reproducciones de sus videos como las visitas a su blog en www.johncobra.tv .
Consciente del interés que suscitaba, Mario ideo un ambicioso plan que le permitiría valerse del apoyo popular con el que obviamente contaba para entrar en política fundando lo que él mismo bautizó como el Cobra Partido:

“…voy a crear el “Cobra-Partido”, donde entre otras cosas pediré la legalización del “cannabis” y la pena de muerte para cierta gente. Propondré una limpieza general de gentuza que hay en nuestras calles, y pediré nuestra exclusión de Europa, España pasaría a llamarse “Hispania”, y Hispánia está para que la ayuden no para ir ayudando, no lo olvide, quizás dentro de lo que menos se imagina tenga que escucharme en el senado.”

La idea fue recibida con inmensas muestras de júbilo por gran parte de los fanáticos del Cobra, que inmediatamente comenzaron a escribir mensajes de apoyo en respuesta a la ocurrencia del valenciano en los que le prometían el voto y le animaban a seguir adelante con su proyecto. Desgraciadamente ni ellos ni el propio John sospechaban en aquel momento que hacer realidad su sueño no resultaría nada fácil.
Gracias a un buen amigo y colaborador que tuvo la oportunidad de visitarle hace unos meses, Comiendo Detergente ha tenido acceso a una entrevista realizada a John Cobra en su propio domicilio a principios de este mismo año. En el siguiente fragmento escucharemos, de boca de Mario Vaquero, las razones por las que el Cobra Partido no ha llegado a ver la luz:





Resumiendo: Durante un altercado, y en un momento de confusión, John Cobra agredió a un agente de la Guardia Civil. Pese a haber pagado la sanción correspondiente y haber testificado el agredido a favor del agresor defendiendo la naturaleza involuntaria del golpe recibido, el incidente incapacita a Mario para fundar un partido ya que, según refiere el afectado, se considera que tiene antecedentes por “atentar contra la autoridad”.
Si estas son las reglas que establece la ley, parece lógico y comprensible que el Cobra se quede con las ganas, dado que él mismo se reconoce culpable  de aquello de lo que se le acusa. Solo si estas son las reglas.
Porque últimamente parece que las reglas no son las mismas para todos.




Imagina que trabajas en una carnicería, y que una tarde entran dos gemelos idénticos, vestidos con camisas de diferentes colores. Uno de ellos te dice:


-Buenas tardes. ¿Me prestaría uno de sus cuchillos para que yo pueda clavárselo en la garganta a usted?
Tu respuesta sería “no”, con total seguridad. Imagina que acto seguido, el primer caballero hace señas al segundo, que se te acerca y dice:


-Buenas tardes. ¿Me prestaría uno de sus cuchillos? Le prometo que no voy a clavárselo en la garganta.


La respuesta más lógica sería, una vez más, negativa. Poco importa que el discurso del segundo individuo no incluya la intención de asesinarte cuando resulta tan evidente la conexión entre ambos caballeros y tan poco creíble el cambio de estrategia a la hora de formular sus peticiones. Solo un idiota armaría a alguien con evidentes intenciones homicidas basándose exclusivamente en que, de palabra, ha asegurado no tener ánimo de hacer daño a nadie (en eso y en el color de su camisa).
Nuestra administración, sin embargo, no se muestra de acuerdo con un razonamiento tan ridículamente sencillo y cede el cuchillo a quien se lo pide con buenas palabras independientemente de los graves riesgos que una actuación tan temeraria pudiera ocasionar.
Después de la ilegalización de Sortu a mediados de marzo de este año tras considerar el Tribunal Supremo que el rechazo a la violencia del partido era meramente “cosmético, retórico e instrumental” basándose en las pruebas que indicaban que la organización no era otra cosa que la heredera política de Batasuna/ETA, el Constitucional ha aprobado que su formación gemela Bildu pueda tomar el relevo concurriendo a las elecciones del día 22 de mayo. Lo ha hecho revocando la sentencia del Supremo que, al igual que en el caso de Sortu , había considerado probado que el partido servía a los intereses de la banda terrorista pese a haber adoptado una actitud más moderada en sus estatutos con la única intención de pasar el filtro de la Ley de Partidos.
Parece que para los amigos de E.T.A. (que ha atentado contra la autoridad en cientos de ocasiones) es tan sencillo entrar en política como asegurar que nunca más volverán a ser malos. John Cobra debería pensar en redactar unos estatutos en los que rechazara las patadas en los huevos a la Guardia Civil para que a él también le permitieran participar en los comicios.
Lo grave de que Bildu pueda presentarse no es que sus ideas criminales tengan presencia en el panorama político nacional. Lo grave es que cada concejal y cada alcalde de esta formación que salga elegido pasarán a cobrar dinero público. Esto significa que si Bildu gobierna en un ayuntamiento y financia o favorece a la organización terrorista E.T.A. lo estará haciendo con el dinero con el que nosotros, los ciudadanos, contribuimos al pagar nuestros impuestos.
Dicho de un modo aún más sencillo: Cuando E.T.A. compre una pistola para usarla contra uno de nosotros, la habremos pagado de nuestro bolsillo.
Conviene analizar la trayectoria que el gobierno de este país viene describiendo en lo que al trato con la banda terrorista se refiere: Pactos y negociaciones secretas, excarcelaciones polémicas como las de de Juana y Troitiño, exculpaciones inexplicables como la de Otegui, maniobras a favor del brazo político de los asesinos como la que hoy tratamos… Queda claro que el PSOE debe algo a los asesinos.



Personalmente me inclino a pensar lo siguiente:

Al igual que el partido socialista llegó al poder de manera totalmente inesperada tras un atentado que incitó a la población a votar masivamente contra el gobierno de Aznar, la única manera que tiene de mantenerse en él es mediante un golpe de efecto igualmente impactante que incline la balanza a su favor.
Por eso creo que el PSOE planea anunciar el fin de E.T.A. unos días antes de las elecciones generales de marzo de 2012.
Los socialistas son plenamente conscientes de que semejante noticia alegraría de tal forma a los votantes que muchos de ellos sencillamente olvidarían la patética gestión del gobierno de Zapatero y premiarían a los responsables del fin de la violencia terrorista con cuatro años más de poder ilimitado al frente del gobierno de la nación.
Quien dice el fin de E.T.A. dice un alto el fuego definitivo, un cese de la actividad criminal, un abandono de las armas… como quieran llamarlo, lo mismo da. En cualquier caso sería una noticia falsa, y una vez lograda la victoria en las elecciones, el trato se habría cerrado pudiendo dedicarse una vez más la banda asesina a matar e intimidar y el gobierno socialista a mangar y engañar, que es lo que mejor saben hacer tanto los unos como los otros.
Esta es la única explicación que se me ocurre para que nuestros líderes continúen brindando su apoyo de una manera tan descarada a los asesinos del pueblo para el que (no lo olvidemos) trabajan.
En resumidas cuentas, y retomando el tema con el que se abría este artículo: No soy sospechoso de comulgar con las ideas políticas que defiende John Cobra. Dudo de que, bajo ningún concepto, se me ocurriera votar a alguien como él ni siquiera para ocupar el puesto de presidente de mi comunidad de vecinos. Sin embargo opino que golpear a un guardia en un momento de tensión es infinitamente menos grave que aterrorizar a toda una sociedad durante décadas mediante el asesinato y la extorsión.
Por eso, si el Tribunal Constitucional decide que Bildu debe estar en las elecciones, desde aqui pido que también se legalice el Cobra Partido. Porque yo prefiero que me gobierne el rapero antes que seguir pagando la cuenta de E.T.A.





comiendodetergente.blogspot.com

2 comentarios:

  1. BILDU ES LEGAL!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! LA DEMOCRACIA HA DADO UN BUEN AVANCE. JODETE.

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  2. Tengo por norma publicar TODOS los comentarios, pero me satisface especialmente poder hacerlo con el anterior de "Anónimo" que, por lo ridículo de su contenido, me ayuda a confirmarme en la idea de que los proetarras y sus mamarrachadas deberían mantenerse (por ley) escondidos en la más densa de las junglas lejos de la civilización.

    "Anónimo" es un imbecil que confunde una tomadura de pelo con un avance en democracia. Por eso sería fantástico que a "Anónimo" le pusieran un buen coche bomba y que saliera ileso del atentado para que,despues del susto y gozando de plena salud, pudiera ser consciente de su estupidez a la hora de defender que unos asesinos se armen con dinero público.

    Eso si, que los daños materiales que genere la explosión fueran solo de su propiedad. Ya vería "Anónimo" lo contento que iba a estar con Bildu pero sin coche, sin casa y con el cuerpo lleno de metralla.


    Un abrazo "Anónimo", cómete una mierda.

    comiendodetergente.blogspot.com

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